Pablo Soto Villablanca

Maulino, oriundo de Romeral. Arquitecto de la Universidad de Talca, actualmente ejerzo la profesión en un importante estudio en Santiago.
“Mis padres tenían una Canon AE-1 y el sonido del obturador me atrapó. No creo ser el primero, pero probablemente uno de los últimos en enamorarse de una cámara análoga. Son sensaciones que marcan y quedan grabadas, y que creo que las nuevas tecnologías nunca podrán superar”.
Los viajes, la experiencia personal, cada instante, son escenas irrepetibles que emergen, testimonios que archivo en mi particular memoria. Aprendizajes inolvidables comunicados a través del lenguaje visual.